Una reversión sin sorpresas, pero igual de tierna.
Todo el tiempo, desde siempre ha habido películas con historias muy bonitas, con mensaje muy importante, con elementos que a uno le llega al corazón, a las emociones.
Siendo esta historia la remake americana de la película francesa “La Familia Belier” (2014), cuenta la historia de Ruby es la única que puede escuchar en una familia donde sus padres y su hermano mayor son sordos y los ayuda en el trabajo y todos lados como traductora de todo. Todo cambia cuando descubre su pasión por el canto y debe decidir entre seguir su sueño o su familia.
Como leen en su sinopsis, es una historia sencilla, bastante directa y con sus cliches típicos de una historia que busca emocionarte y que te encariñes y quieras a los personajes, a la familia y a los otros.
Algo que aprecio y aplaudo de esta película es que no fuerza las cosas para generar algo si o si, la historia se siente orgánica, sobre todo por el bastante agradable elenco y su química entre ellos.
No hay mucho más que ver una historia agradable, que genera una empatía, con momentos donde sonreís y disfrutas la película. No es pretenciosa al final, con una lección de superación y aprendizaje.
En conclusión: quizás no sea la película más recordable, quizás la termines viendo en una tarde de domingo en casa en algún canal pero CODA termina siendo una historia muy bonita, bien llevada y ejecutada, no esquivando del todo los clichés de este tipo de historia pero no dando golpes bajos innecesarios y con un buen elenco.
